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Disfrutar un jamón ibérico de bellota requiere de mucho arte

Disfrutar un jamón ibérico de bellota requiere de mucho arte

Corte y degustación de un jamón ibérico de bellota.

Para los especialistas, el loncheado mecánico distorsiona el sabor y provoca pérdidas aromáticas, simplemente porque la violencia y frecuencia del corte de las cuchillas circulares mecánicas trasladan moléculas de la superficie del metal al jamón ibérico y le incorporan un gusto extraño.
Para otros, la velocidad de rotación de la cuchilla mecánica «quema», tal cual, la loncha de jamón ibérico. Por el otro lado, al hacer un corte a cuchillo estarás preservando la capa de aceite que protege el jamón y, de esta forma, no perderá ni sabor ni olor.

Las lonchas de jamón ibérico deben ser casi transparentes o muy finas. Cortas pero que abarquen el ancho de la pieza. Los bordes de las lonchas han de conservar algo de grasa para que estén más jugosas. Por eso, nuestras lonchas de jamón ibéricos de bellota Cinco Jotas están cortadas a mano por un cortador profesional: para preservar sus calidades intrínsecas.

Para apreciar todo su aroma y sabor, el jamón debe consumirse a temperatura ambiente, nunca frío. La temperatura de consumo ideal estaría entre los 18 °C y los 23 °C aproximadamente. Por eso, es importante sacar las lonchas de jamón ibérico del estuche un buen cuarto de hora antes de la degustación. Lo mejor es degustarlo solo o con un poco de pan (de trigo, muy ligero, o rústico, de miga hueca como el de pagés) con aceite de oliva o tomate.

Un pata negra se merece un buen maridaje.

El maridaje más clásico con la degustación de un jamón ibérico de bellota siempre ha sido un buen vino tinto español (con o sin crianza. pero suave) como encontraréis en nuestros cofres-regalo.
Aunque un pata negra de bellota posee también otros compañeros que realzan sus cualidades, propinando al degustador sensaciones extraordinarias. El cava o ciertos Champagne son excelentes «sustitutos» del vino tinto. Para muchos, ayudan a descubrir los matices del jamón de una manera incluso más fina que ciertos tintos.
Otra bebida que marida de manera magnífica con los jamones ibéricos de bellota son los vinos finos de Jerez. Se convierten en un compañero ideal por su tono ligeramente salado y su baja acidez. Además, su toque amargo se suaviza con las notas dulces de la grasa del auténtico jamón de bellota. Y, por último, la cerveza aparece como una alternativa por descubrir: combina muy bien con el jamón y toda la gama de embutidos y ahumados.

Bon appétit!

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