El hotel Le Prieuré Boutefol, un paréntesis de serenidad en el corazón de Normandía.
Disfrutando de la Ruta de la Sidra por el noroeste de Francia en la región del Calvados (Normandía), descubrimos un establecimiento «con encanto» que lleva este concepto hasta el grado máximo en cualquiera de sus rincones y recovecos. Su nombre, Le Prieuré Boutéfol, lo dice todo: es un antiguo monasterio del siglo XVIII rodeado de magníficos jardines con unos establos instalados en 1922 por el marqués Boutefol, un apasionado de caballos. A este hotel hay que acudir sin prisas, con el ánimo presto a disfrutar del ambiente medieval que se respira.
Lo primero que sorprende del lugar es la arquitectura de la casa, muy típica de Normandía, que se caracteriza por sus entramados de madera a la vista, sobre una base de ladrillos o de piedra. Si eres un apasionado de los coches antiguos, te gustará pasear por los jardines y descubrir la colección de Bernard.
Lo mejor, sin duda, fueron los propietarios: nos ofrecieron una atención esmerada y cariñosa durante toda nuestra estancia. Se nota el trato familiar y cercano. Por la mañana, Laetita sirve un desayuno a base de productos frescos, locales y lleno de colores con mermeladas caseras riquísimas. ¡Puede tener hasta 18 variedades!
Sencillamente increíble. Enhorabuena a Laetitia y Bernard por tener un hotel en el que se mezcla la comodidad y ese toque acogedor que tienen los alojamientos familiares. Es perfecto como punto de partida para disfrutar de la Ruta de la Sidra en el corazón de Normandía.